12 de agosto de 2011

Samayac, el pueblo de los brujos y los artesanos del cuero

Iglesia de Samayac, junto al parque y al mercado.

(elPeriódico de Guatemala, domingo, 12 de Novimbre de 2006)

Quién no ha oído hablar en Samayac de Juan Chamarra, un brujo de verdad, según cuentan los lugareños, que podía volver un palo en culebra y un puro de tabaco en billete de 100 quetzales. Era tan brujo, dicen, que cuando bebía aguardiente se convertía en gato para no pagar la cuenta, y se transformaba en leño si lo perseguían sus adversarios. Tanto así que tenía la cabeza curtida de machetazos propinados por sus enemigos al verlo hecho tronco.

Pero detrás de la leyenda de Juan Solval –quien no pudo esquivar la muerte cuando llegaron a acribillarlo–, de su padre y sus hermanos, todos hechiceros pactados con el mismísimo diablo, en Samayac hay brujos en todos y en ningún lado.

Si le pregunta a un católico o evangélico por la casa de alguno, le dirá que ahí no hay brujos, sino solo indígenas yerberos.

Pero si se encuentra con algún comisionista, de los muchos que pululan, lo llevará al centro espiritista en donde mejor le paguen por mandar referidos y le jurará que es el mejor de todos.

Y si por casualidad le pregunta usted al dueño de uno de estos centros, quizá finja molestia porque lo llamó brujo. “Soy sacerdote maya”, le dirá. Cuando mucho se identificará como curandero.

Brujos, curanderos o sacerdotes, como quiera llamarlos, el caso es que Samayac está lleno de ellos.

En este pequeño municipio de Suchitepéquez, de apenas 16 kilómetros cuadrados y 22 mil habitantes, trabajan unos 300 promotores de la “cultura esotérica”, el término más sobrio para llamar a la característica de este pueblo que a diario visitan hasta de México, Honduras y El Salvador, en busca de favores ultrahumanos.

Ese es el Samayac místico, el de los relatos fantásticos y el de los charlatanes embaucadores. Pero el caluroso pueblo es más que eso. Samayac tiene un chocolate bien cotizado y su curativo jabón de coche, de no ser porque huele tan mal y se ve peor, bien podría ser producto de exportación.

Y, sobre todo, Samayac es la cuna de las artesanías de cuero, el lugar de donde cuanta cosa lleve piel de vaca y se venda en los mercados para dispersarse por el mundo como souvenir sin autor ni dueño. De los 38 años que lleva trabajando en artesanías, Alberto Xiloj nunca le ha impreso su marca a ninguna. Por indicación de sus clientes, tienen prohibido colocarle al producto cualquier signo que delate su procedencia. Y precisamente eso es lo que los artesanos quieren lograr en este municipio: que se sepa que Samayac, además de brujería, también tiene artesanía, y de la buena.



Taller de cuero: Buscando un regalo para Ana (la madre de Jesús)


A diferencia de los brujos que se escudan con fachadas de centros naturistas, o atienden en sus casas sin rótulo, los talleres de los artesanos están a la vista de todos, en una calle principal del pueblo, con las puertas abiertas de par en par, todos los días del año. Pero no reciben ni la mitad de visitantes que los hechiceros.

Hasta ahora, los artesanos de Samayac han sido proveedores de los mercados de la capital y algunos de Xela para cinchos, bolsos, portachequeras, llaveros, vainas para machetes, monturas, chaparreras, billeteras, sombreros y gorras, que se venden principalmente como souvenir, muchos de ellos por cientos y millares.


Cinchos confeccionados en cuero - Samayac


Pero... ¿hay brujos en Samayac, o solamente curanderos, híbridos de sacerdotes mayas con hechiceros? “Si buscan brujos, aquí nos los van a encontrar, porque no hay. Alguna vez los hubo, sí, hace tres o cuatro generaciones, pero se acabaron. Ahora solo quedó el nombre y los curanderos”. A lo que habría que añadir: “Y también los artesanos en cuero”.



Funda para la botella de agua confeccionada en cuero - Samayac



Mercado de Samayac


Mercado de Samayac


"Padre!!! Que tu hija se encuentra bien... Así que a no preocuparse eh???"

8 comentarios:

  1. Ya le diremos a padre lo bien que te encuentras, ein? Seguro que alguna comprita en el mercado cayó..... ¿o no?

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  2. Por cierto, vaya historia la de los brujos, eh?

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  3. Ya hablé ayer con el Felix y cuando me oyó hablar se pensó que eras tú!!! jajajaja. Luego me pasó con tu madre...

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  4. Belen, no me digas que no has arramplau con medio mercao de cuerooooooooo, que te conozcooooo y te pierdesssssssss, jajajajajajaaja.
    Menos mal que ya tengo las alforjas, que si no te hubiera hecho cargar con ellas desde alli! jajajajaja

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  5. Oye... Pero hay que ver qué fama me pones....Pa ser sincera... algo... sí que compré.... :-))))

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  6. Ale, ale, última semana de vuestra estancia en Guatemala. Aprovechar el tiempo que os queda, los papis cuentan los días hacia atrás y yo ya tengo muchas ganicas de abrazarte.
    La fama te la has ganado tú solica, ¿eh?
    Besossssssssssssssssssssss!!!!!!!

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  7. Yo estoy interesado en un trabajito con el mejor brujo que haiga un amigo de Guatemala me comentó sobre este lugar y llevo 5 años de querer ir allia

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