LUNES, 1 DE AGOSTO DE 2011
PRIMER DIA DE TRABAJO EN SERCATE (Ciudad de Guatemala)
Nos hemos levantado temprano para poder visitar Antigua antes de irnos. Su vida nocturna y cosmopolita nos había fascinado, pero nos faltaba ver su belleza de día. Nos hemos tomado un buen café en el Café Barista, local moderno y refinado situado junto al Parque Central, donde se sirven los mejores cafés con leche y capuchinos de la ciudad, elaborados con variedades de grano guatemalteco.
Tampoco nos podíamos ir sin visitar la tienda Nim Po’t, enorme centro que presume ce contar con una gigantesca colección de tejidos mayas, además de cientos de máscaras y tallas de madera. Hay huipiles, fajas y otros adornos dispuestos por región, de ahí que la visita resulte fascinante se compre o no. Como no podía ser de otra manera, la Belencita HA COMPRADO….
Nivia nos ha venido a recoger a las 10 y hemos vuelto a Guate a conocer la sede de SERCATE y a todo el equipo que la conforma. La sede está ubicada en una colonia, y las colonias son lugares que cuentan con seguridad privada.
Allí hemos tenido nuestra primera reunión de trabajo donde Hugo, Director de la ONG, nos ha contado su trayectoria desde 1987, año en que se fundó la organización. Después hemos hablado del proyecto que vamos a realizar, de la asociación de mujeres, del programa de alfabetización, de la violencia de género y de los derechos humanos… Tenemos mucho trabajo por delante y no mucho tiempo… pero estamos muy ilusionados con esta propuesta de colaboración.
Antes de irnos nos han invitado a un café y a madalena (nosotros lo conocemos como bizcocho) cubierta de azúcar glass que estaba absolutamente extraordinaria.
Una vez hemos dejado la ONG, hemos ido a comprar un móvil, agua natural e insectida, antes de poner rumbo a San Bernardino, a 3 horas de camino desde Guate. La primera parte del trayecto ha sido por autopista, pero después la hemos abandonado y hemos seguido nuestro camino por una carretera nacional. Esta carretera soporta el tráfico de numerosísimos camiones de carga pesada al día además de las lluvias torrenciales, lo que provoca numerosísimos hoyos a lo largo de todo el trayecto y tramos muy deteriorados que tenemos que ir prácticamente parados. Por el contrario, el paisaje es de una gran belleza, con una gran vegetación y grandes extensiones de caña de azúcar y arboles de hule (de donde se saca el caucho).
Hoy hemos podido comprobar que Gladys es una extraordinaria conductora, ya que a punto hemos estado de chocarnos de frente con otro carro que corría a gran velocidad, justo en un tramo con obras donde se quedaba la carretera en tres carriles en lugar de cuatro y no había ninguna señal que avisara de ello. Os prometemos que los dos hemos pensado “¡Pa'bernos matao!!!!” y el susto ha sido de campeonato.
Menos mal que al poco tiempo hemos parado a comer (estábamos comiendo a las cinco de la tarde… ya veis… tampoco es muy diferente de lo que hacemos en España…) en La Cabaña de Don Manuel. Hemos pedido tan sólo un caldo de gallina, pero que te lo sirven con verduras, pasta (conchas), trozos de gallina, un montoncito de arroz y verduras. Vamos, lo que venimos conociendo como PLATO ÚNICO. Y por supuesto acompañado de las omnipresentes tortillas de maíz. Estaba delicioso. Ya sólo quedaba una hora para llegar a nuestro destino final, el hotel CAROLINA’S RESORT situado en San Bernardino.
Esta noche, tanto Gladys como Nivia se quedaban también a dormir, para llevarnos mañana a la localidad de San Antonio, a 8 Kilómetros, y presentarnos a las dos personas de la ONG con las que vamos a programar las visitas a las comunidades y a trabajar más mano a mano.
Y mañana más….